lunes, 21 de julio de 2008

*Hay una mujer...*
*Autor desconocido* *Hay una mujer que se levanta de un sueño inquieto en las meras madrugadas. *
*Hay una mujer que se acuesta después de que todos están ya descansando.* * Hay una mujer que proyecta todas las noches el día de mañana, para que a nadie le falta nada al despertarse.
Hay una mujer que trabaja, organiza horarios, lava, cocina, plancha, ordena la casa y ora.
Hay una mujer que controla cada cama y su abrigo, cada plato y su alimento, cada inquietud, cada silencio, cada rebeldía.
Hay una mujer que mantiene el oído atento a cada tos, cada fiebre incipiente, cada desgano y cada regresar tardío.
Hay una mujer que se hace tiempo dentro del atareado tiempo para escuchar a los pequeños y a los no tan pequeños que necesitan aligerar sus penas, rescatar sus esperanzas de futuro, aclarar la montaña de sus dudas y asegurarles que no están solos.
Hay una mujer que pone flores en un vaso y lo coloca donde todos puedan verlo y disfrutarlo.
Hay una mujer que conversa con los pájaros mientras pica el perejil y troza la cebolla.
Hay una mujer que cuenta anécdotas que son como senderos del ancestro y marcan la vieja historia de la ascendencia familiar para mantener el orgullo de la casa.
Hay una mujer que es el puerto al cual todos recurren y todos vuelven. Y esa es su única gloria.
Hay una mujer a quien se tienden las manos de los hijos desde el principio al fin. Todas las manos. A todas las edades.
Se llama MADRE, Simplemente MADRE.*

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